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Por qué Javier Milei no critica al Papa y otro (posible) fracaso de Yacobitti y Santiago Caputo

Le tiran Aerolíneas al Congreso

Olivos mandó a frenar la ronda de café entre funcionarios del Gobierno y la oposición para levantar la bandera blanca y negociar un veto parcial a la ley de financiamiento universitario. También mandó a decir que sí quiere presupuesto (hay quienes dudan), pero que Luis Caputo no irá a explicar nada al Congreso.

Van a ir todos los funcionarios de segunda línea, pero el ministro no está para eso. Se lo confirmó Martín Menem a varios jefes de bloque de Diputados. Mientras, Olivos avaló las gestiones de José Rolandi, vicejefe de Gabinete, encaminadas a juntar adhesiones en los bloques para llevar al Congreso la pelea con los gremios de Aerolíneas.

El Gobierno se cuelga de un proyecto de resolución de Hernán Lombardi que pide la privatización de AA, para tirarle el conflicto a la cabeza los diputados. Con este mismo método logró:

1. Que le aprueben la ley de bases -reformada al gusto de los legisladores-.

2. Que le mantengan en coma inducida el DNU 70 (la constitución de Atenas de este Gobierno).

3. Que le hayan salvado el DNU previsional 274 que reemplaza la ley de movilidad vetada.

A cambio ha tenido que aguantarse callado el zamarreo del DNU de los espías, un revés que nunca recibió gobierno alguno desde que rige el sistema.

Bergoglio-Milei, cercanías y alejamientos

En la Argentina gobierna el más fuerte. Es el Congreso. El Gobierno es débil, pero protege a los poderosos. Por eso calla cuando habla un poderoso, como el Papa Francisco, que protege a los pobres.

Milei no el tipo de político que enfrenta a los más fuertes. Por el contrario, su biografía se caracteriza por su escalada de posiciones entre los poderosos -los empresarios, los medios, EE. EE.UU.-. No tiene opción por los débiles, como no la tienen sus modelos populistas, de quienes emula la crueldad y la violencia verbal.

Como un exaltado barrabrava roba la bandera del adversario, rompe el carné y se suma a las agresiones masivas. Lo probó este fin de semana. Es hincha de Boca, pero se ensañó con Riquelme por la derrota ante River. Las palabras «caridad» o «pobres» no figuran en su léxico.

Tampoco sorprende que Milei amortigüe las respuestas. El hombre que considera héroes a quienes evaden o fugan dólares es un conservador que se dice liberal. Es víctima de su disfraz. Y más liberal que el Papa garantista no se consigue.

Si hay una fe de la libertad es la cristiana, que libera desde antes de que existiese el liberalismo. Milei no tendría palabras para distanciarse en este punto de Bergoglio. Por más que los respectivos entornos crean que deben confrontar. El silencio tiene otros motivos. Los dos se respetan la espiritualidad.

Bergoglio manifestó interés en Milei cuando estuvo con él por las coincidencias en ese punto, que se trasladan a consignas que Bergoglio y Milei comparten, como el rechazo al aborto y a la ideología de género.

Bergoglio contra el punitivismo

De Roma nada debe sorprender, como que el Papa se pronuncie contra el punitivismo. Es una constante de su pensamiento, que opta por el perdón, el arrepentimiento, la misericordia y la esperanza de que el réprobo se recupere.

Ha escrito y rechazado en sermones las medidas penales irreversibles como la pena de muerte. También las que impiden la recuperación como la cadena perpetua, ha defendido las probation y ha rechazado las detenciones preventivas de los procesados. Esto lo enfrentó con Sergio Massa cuando el ex jefe de gabinete alzó la bandera del gatillo fácil contra el garantismo.

Es obvio que rechace el gas pimienta como recurso del orden público, sea de Patricia Bullrich o de Jorge Macri. La mención a ese insumo represivo no es nueva. La hizo antes en reuniones privadas.

Francisco, público y privado

El único ángulo nuevo es que hasta ahora el Papa se había referido en público a temas políticos argentinos de forma indirecta. Esta vez fue frontal. El tiempo dirá qué razones hubo para este cambio. En privado, cuando habló con los sindicalistas el lunes, fue parco en alusiones políticas. Pablo Moyano le hizo el rap sobre las políticas de “miseria y “exclusión” del Gobierno. “- Si, sí…”, le respondió el Papa, y cambió de tema.

Repitió el relato sobre su primer empleo como técnico químico, donde dijo que había aprendido lo que es la dignidad del trabajo de su mentora, una profesional que militaba en el comunismo. Fue víctima de la represión y dijo que había sido arrojada desde un avión. También que los hijos suelen visitarlo.

Revelaciones sobre el viaje

“- Si Dios quiere, voy a ir a la Argentina”. Les dijo sobre la inquietud que le llevaron los sindicalistas. Rodolfo Daer le respondió en voz alta: “- Dios quiere”. Risas, como cuando Bergoglio lo abrazó a este Daer con un saludo porteño y gastador “- Yerba mala nunca muere”.

Confiado en la discreción de esa charla les describió el itinerario: Santiago del Estero, Córdoba y la Patagonia, aunque no precisó que ciudades. No dio fechas, pero si es la Patagonia descartan el invierno. Puede ocurrir desde noviembre a Semana Santa.

Algo cambió en Francisco desde la última operación en junio del año pasado. Comenzó a hablar de venir a la Argentina. Y no ha parado. Como si hubiera un cambio de conciencia del tiempo y la edad.

Lo esperan el cura Pepe, desplazado a una villa en La Banda, Santiago del Estero (tierra de Mama Antula, una reivindicadora de los jesuitas expulsados en el siglo XVIII); los fieles en Viedma del santo de la bicicleta Artémides Zatti, también los de Chimpay, tierra de Ceferino y Neuquén, de Monseñor De Nevares; y los brocherianos de Córdoba. Algunos suman el cristo Redentor de Mendoza, como escalas de esa visita.

La amenaza de la calle

Javier Milei mandó a que confirmen que la decisión es un veto total a las universidades. La consigna fue que se haga lo más tarde posible. El plazo para el veto vence el 3 de octubre. Pero si la decisión parece tomada puede ocurrir antes.

El veto parcial, según informó este diario, fue tema de negociaciones entre el exdiputado radical Emiliano Yacobitti y el asesor Santiago Caputo. Si hay veto total, confirmado a este cronista este domingo por una fuerte insoportablemente alta, será otra derrota de esta dupla. Ya intentaron salvar juntos el DNU de los espías. Y así les fue.

El regulador de los tiempos es una estimación de las fuerzas que la oposición puede reclutar para una movilización que, alardean, puede paralizar el país. El veto total a esta ley producirá una algarada que amenaza con ser más grande que la de abril pasado.

Ajustar es desindexar

Los argumentos más sólidos de la oposición en las dos cámaras sostuvieron que la norma no era más que una actualización de los fondos universitarias por el atraso inflacionario 2023 y 2024, pero no un aumento de la base. Agregaron que, si queda en pie, lo que los gremios consigan en paritarias por encima de esa actualización será descontado.

Esos fondos son 90% para salarios y 10% para funcionamiento. Para la mirada de la ortodoxia del Gobierno, la norma incurre en un pecado de lesa economía que es indexar a futuro los fondos universitarios. Para los ayatolas del mercado ajustar es desindexar. Por esa razón el Gobierno busca dar la batalla de la desindexación en todos los frentes.

Para quien busque doctrina espesa, la tiene en el debate de la ley en Diputados. José Luis Espert, ponente del rechazo al financiamiento señaló ese objetivo: «Si agregamos los salarios docentes indexados por inflación -argumentó-, ¿cuál es el margen de política fiscal que tiene un gobierno en general? ¿Qué sentido tiene presentar un presupuesto que tiene los ingresos endógenos a la actividad económica y los gastos públicos endogeneizados a la inflación, indexados por inflación? Es un absurdo total».

Desenganchar todos los gastos

No sólo se arriesga a una movilización poderosa de su propio electorado contra el veto universitario. El veto es parte de la decisión de eliminar todos los mecanismos de indexación:

1) En el proyecto de presupuesto 2025 se busca convertir en ley la actualización de las jubilaciones sin fórmula polinómica que Milei vetó y deja en pie la actualización por inflación del DNU 274/24. La Corte ya avisó que lo rechazará en cuanto llegue a sus playas el primer recurso.

2) El nuevo presupuesto también dispone derogar la indexación que dispuso una ley de 2015 de la AUH y las asignaciones familiares.

3) Rechazó cuando pudo el enganche de los sueldos de legisladores a los aumentos por paritaria de los empleados del Congreso.

La indexación de una economía valida un motor de la inflación y los sectores buscan defenderla como una protección ante la destrucción creativa del capitalismo, el sistema de la tasa negativa: donde unos ganan, otros pierden. La indexación es una coraza para quienes temen perder.

La convertibilidad de 1991, que era un programa antinflacionario, prohibió la indexación. Cuando se derogó aquella convertibilidad, el Congreso ratificó en 2002 la prohibición para indexar como un freno al aumento de precios. Con el paso del tiempo, quien tuviera fuerza para resistir ha buscado reponer la indexación como un escudo.

Sólo la política agranda la manta corta

Claro que, como toda disputa sobre economía, es un debate sobre la cuadratura del círculo y no un revoleo de manta corta. Espert dijo que en la Constitución hay dos derechos contrarios a conciliar: el derecho a la educación y la obligación de defender la estabilidad de la moneda. Es un camino espinoso. Esos contrarios no se resuelven con leyes. Se resuelven con política, un recurso escaso (y no renovable) en este gobierno. Si no aparece la política terminamos en el fango de las frases hechas: sin educación no hay moneda, sin moneda no hay educación, etc. Martín Tetaz le respondió que el monto se cubriría con lo que gobierno le regalaba a los espías y la pauta publicitaria de YPF. Pero el problema para el gobierno del déficit cero es la indexación, no el capital.

Premios y castigos

El repechaje previsional permitirá que algunos arrepentidos rehagan su vida. Por ejemplo, los radicales (4) que apoyaron el veto pero que no fueron a Olivos. Comprometieron la unidad del partido, pero rechazan sumarse a La Libertad Avanza con el énfasis de los legisladores del PRO.

El quinto revenido que sí fue a Olivos, Mariano Campero, está en la bolsa de trabajo del oficialismo para cubrir cargos en alguna crisis, en algún ministerio. Hay quienes lo ven en la segunda línea de un recambio en Justicia, si Santiago Amerio reemplaza a Mariano Cúneo Libarona.

Estos reconocimientos alcanzan al neuquino Pablo Cervi, que pasará al Senado en lugar de Lucila Crexell, si le cumplen esta semana en completar la papelería para designarla representante ante la UNESCO. Niegan todos que sea un premio por votar en el Senado la ley de Bases.

Pobres triunfos pasajeros, esas dos bancas por Neuquén en Senado y Diputados vencen el año que viene. Si Cervi salta al Senado, puede reemplazarlo Ayelén Quiroga, hija del fallecido intendente «Pechi» Quiroga. Estaba como segunda de Cervi en la lista de 2021.

Tendrá que librar una batalla judicial, porque por la ley de paridad de género puede pretenderla el comprovinciano Nicolás Montero. Crexell obtuvo la banca de senadora en disputa con Cervi por la misma norma. Lo resolvió, como todo en este mundo, la jueza María Servini.

PRO y LLA cabeza a cabeza

En estos movimientos los dirigentes y los partidos se juegan la vida. Pero si es el turno de Quiroga, le puede sumar una banca a la UCR, mientras que Moreno puede alimentar con otra al PRO. Si entra Montero, el bloque de Cristian Ritondo descontaría la diferencia con La Libertad Avanza.

Este bloque sumó dos bancas (Carolina Píparo y Lorena Macyszyn) y se convirtió en la segunda minoría de la Cámara. Estas mínimas diferencias (39 a 38 según el día) son un factor más que importante en momentos cuando el Gobierno dice que construye una nueva fuerza capturando al PRO.

El PRO, en cambio, se hace fuerte para avanzar en la ocupación de los espacios que deja libre el mileísmo en el Congreso y en el Gabinete. Las dos alas -macrismo y bullrichismo- forcejean por acreditarse para posiciones más importantes y en las que señalan que el Gobierno tiene falencias.

Patricia Bullrich se anotó tantos en la Corte porque los radicales que apoyaron el veto son producto de su armado electoral de 2023, y le han respondido, pese a ser cuatro de ellos afiliados a un partido que fue votado para ser oposición.

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