Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) inició obras clave en el Gasoducto de Integración Juana Azurduy (GIJA), una infraestructura fundamental que permitirá a Argentina exportar el gas de Vaca Muerta hacia Brasil. Este proyecto, que incluye la reversión del Gasoducto Norte y los trabajos en los puentes de medición del GIJA, abre una nueva ruta para el gas argentino, invirtiendo el flujo que durante 19 años transportó gas desde Bolivia a Argentina.
El gerente de contratos de exportación de YPFB, Óscar Claros, informó que se habilitaron dos tramos de medición para el tránsito de gas. Esto permitirá transportar el gas producido en Argentina hacia Bolivia y luego, a través de la red de gasoductos, llegar hasta el punto de entrega en Mutún, desde donde el gas podrá ser exportado a Brasil. Las obras se están llevando a cabo cerca de la refinería de Campo Durán, en la provincia de Salta, Argentina.
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El puente de medición es crucial para garantizar que el gas que circula en sentido contrario pueda ser monitoreado y regulado adecuadamente. Este cambio es parte de los esfuerzos por ampliar las exportaciones energéticas de Argentina y aprovechar al máximo el potencial de Vaca Muerta, una de las formaciones de gas no convencional más importantes del mundo.
Según los informes, las obras realizadas hasta el momento permitirán el tránsito de hasta 4 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) de gas natural hacia Brasil. Además, YPFB tiene planificado aumentar la capacidad de transporte en 2025, con mejoras en la estación de compresión en Villa Montes. El objetivo es elevar la capacidad del Gasoducto Yacuiba – Río Grande (GASYRG) hasta 10 MMm3/d.
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Claros explicó que estos trabajos incluyen la flexibilización de la configuración de compresores en Campo Grande, una tarea clave para impulsar el gas producido en Argentina. «Es únicamente para recibir y comprimir el gas si fuese necesario», explicó el directivo, haciendo referencia a la posibilidad de que uno de los tres compresores se utilice específicamente para el gas argentino.
Para 2025, se espera que YPFB continúe con las obras de ampliación de la capacidad de transporte, lo que permitirá a Argentina aumentar su participación en el mercado brasileño. Este desarrollo también plantea desafíos en términos de infraestructura y coordinación entre los países involucrados, pero promete consolidar a la región como un actor relevante en el mercado energético global.
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Con información del Diario Río Negro, redactado por un periodista de adnsur.