Queda muy poco que decir sobre la freidora de aire: desde hace algunos años, se ha convertido en un auténtico ‘hit’ en las tiendas de electrodomésticos y grandes superficies. Tanto, que no se veía algo así desde la invención del microondas.
A diferencia de ese electrodoméstico que ya no falta en prácticamente ninguna casa, la freidora de aire ha llegado al mercado con una ventaja fundamental: la existencia de las redes sociales. Gracias a esta plataforma, que ha funcionado como medio donde el boca a boca se ha expandido para convencer impactar en otros usuarios y motivar así una nueva decisión de compra, la ‘air fryer’ ha ido cosechando adeptos entre influencers de comida, lifestyle y fitness.
Los contenidos publicados por creadores, profesionales y usuarios han llenado las pantallas de todo el mundo con recetas para hacer en la ‘air fryer’ y trucos para que los alimentos salgan mejor cocinados, o para que el aparato quede más limpio cuando terminamos de utilizarlo.
El peligro de la freidora de aire del que nadie habla
A simple vista, la freidora de aire parece un electrodoméstico inofensivo: no es más que un horno de convección en formato compacto que utiliza el aire caliente para cocinar y tostar los alimentos que se meten dentro de él.
Al no estar en contacto directo con el fuego, parece mucho más seguro que cualquier otro electrodoméstico: pero como cualquier aparato enchufado a la corriente, no debemos bajar la guardia. Es cierto que la freidora de aire es sencilla de utilizar y limpiar, pero hay varios peligros a los que nos enfrentamos con su uso: el primero de todos, las intoxicaciones alimentarias.
El mantenimiento y limpieza de la freidora de aire, como cualquier recipiente en el que se trabaja con alimentos, debe ser exhaustivo: si no la higienizamos adecuadamente, nos podemos enfrentar a la proliferación de virus y bacterias que pueden tener un impacto negativo en nuestra salud.
Otro riesgo que corremos utilizando la freidora de aire, es el del papel de aluminio: aunque, en principio, este material se puede emplear en la ‘air fryer’ de la misma forma que en el horno, hay que llevar ciertas precauciones: en primer lugar, el papel aluminio siembre debe estar situado en la canasta y, en segundo, siempre debe tener comida encima.
Si nos se cumplen estos dos requisitos, el papel de aluminio podría salir volando, entrar en contacto con el elemento calefactor y provocar un incendio que se expandiría rápidamente por la grasa que queda dentro del aparato.
Por último, hay que evitar poner alimentos ácidos encima del papel de aluminio, ya que podrían descomponerlo e integrarse en la comida.