En un contexto de creciente tensión política y económica, el Gobierno argentino anunció esta semana una medida que marca un giro en su estrategia cambiaria: la intervención directa del Tesoro Nacional en el mercado del dólar.
La decisión del dólar, comunicada por el secretario de Finanzas Pablo Quirno, fue respaldada por el presidente Javier Milei y su equipo económico, y se enmarca en lo que desde la Casa Rosada describen como una acción “coyuntural” para contener la volatilidad cambiaria en plena campaña electoral.
La medida implica que el Tesoro comenzará a vender divisas en el mercado libre de cambios, con el objetivo de garantizar su liquidez y evitar saltos abruptos en la cotización del dólar. Hasta ahora, el Gobierno había sostenido un esquema de flotación administrada, con bandas de intervención pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que permitían actuar solo cuando el tipo de cambio tocaba el techo de la banda superior.
Sin embargo, ante la presión creciente en el mercado y la cercanía de las elecciones, se optó por una intervención anticipada, incluso antes de que se alcanzara ese límite. Desde el entorno presidencial explican que la decisión responde a la necesidad de generar tranquilidad en un período de alta sensibilidad.
“Es un período de zozobra, con mucho ruido. Buscamos generar paz y estabilidad”, señaló una fuente de alto nivel en la Casa Rosada. La intención es clara: evitar que la incertidumbre política se traduzca en una corrida cambiaria que pueda impactar en la inflación y en el humor social de cara a los comicios.
El anuncio llega en la recta final hacia las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, previstas para el 7 de septiembre, donde el oficialismo anticipa una derrota y busca que la diferencia sea lo más acotada posible.
Intervención
En la Casa Rosada admiten que una brecha mayor a cinco puntos podría disparar más incertidumbre de cara a las elecciones nacionales del 26 de octubre, donde se juega la gobernabilidad del proyecto libertario.
En ese marco, la intervención cambiaria se convierte en una herramienta política: mantener el dólar bajo control es clave para evitar un traslado a precios que presione sobre la inflación justo antes del test electoral. El Gobierno busca enviar una señal clara a los mercados: el tipo de cambio oficial no se moverá de su lugar hasta después de las elecciones.
Seguinos en Google News y en nuestro canal de Instagram, para seguir disfrutando de las últimas noticias y nuestro mejor contenido.