Las agresiones físicas contra agentes de inmigración de Estados Unidos, especialmente los de ICE (Immigration and Customs Enforcement) y la Patrulla Fronteriza, han aumentado drásticamente en lo que va de 2025.
Según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), los ataques contra estos funcionarios han crecido en un 830 % entre el 21 de enero y el 14 de julio, en comparación con el mismo periodo en 2024.
Esta escalada de violencia ha llevado al gobierno federal a tomar medidas más enérgicas, arrestando a los responsables y enviando un mensaje claro a los agresores izquierdistas e inmigrantes ilegales. Atacar a un agente federal conllevará consecuencias federales.
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Uno de los incidentes más recientes ocurrió en Los Ángeles, donde un ciudadano estadounidense fue arrestado por escupir a agentes durante una operación de deportación.
Gregory K. Bovino, comandante de ”Operation at Large California” y jefe del Sector El Centro de la Patrulla Fronteriza, publicó en la red social X un video del arresto realizado por el equipo especial BORTAC (Border Patrol Tactical Unit).
En el video, el sospechoso, vestido con una camiseta anti-ICE, es detenido en un negocio comercial. Bovino acompañó el video con un mensaje firme: ”California puede proteger a criminales, pero nosotros no. Si agredes a un agente federal, te enfrentas a consecuencias federales”.
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En Portland, Oregon, el 24 de junio, el ciudadano Robert Jacob Hoopes, de 24 años, fue arrestado y acusado de agredir a un agente federal con un objeto peligroso y de dañar propiedad federal durante una protesta violenta frente a las oficinas de ICE en South Portland.
Según documentos judiciales, Hoopes lanzó piedras grandes al edificio, una de las cuales impactó a un agente en la cabeza, causándole una grave herida sobre el ojo. Más tarde, fue visto utilizando una señal de tránsito como ariete para dañar la entrada principal del edificio. Las autoridades lo identificaron a través de una fotografía publicada en línea ese mismo día.
Desde el 13 de junio, la Fiscalía de Estados Unidos en Oregon ha presentado cargos contra 23 personas por delitos cometidos en el edificio de ICE de Portland. Los cargos incluyen agresión a oficiales federales, incendio intencional, posesión de artefactos destructivos y destrucción de propiedad gubernamental.
Otro incidente destacado ocurrió el 25 de julio, también en Los Ángeles, cuando dos trabajadores de una clínica médica, Jose de Jesus Ortega, de Highland, y Danielle Nadine Davila, de Corona, fueron arrestados y acusados de agredir a un agente federal y de conspirar para impedir mediante la fuerza e intimidación que este cumpliera con sus funciones.
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Estos arrestos recientes reflejan una postura más firme del gobierno federal frente a lo que parece ser un intento organizado de obstaculizar la labor de los agentes de inmigración. Las autoridades han dejado claro que no se tolerarán agresiones, sin importar si provienen de ciudadanos comunes, activistas o manifestantes.
El incremento de los ataques ocurre en un contexto de alta polarización política respecto a la inmigración, especialmente en estados demócratas como California y Oregón, donde existen fuertes movimientos contrarios a las políticas migratorias del gobierno federal. Sin embargo, los responsables de las fuerzas del orden han advertido que la violencia y las agresiones contra agentes federales no serán justificadas ni ignoradas.
Con operaciones especiales como “Operation at Large” y la activación de unidades élite como BORTAC, el gobierno demuestra que actuará con decisión para proteger a sus agentes y garantizar el cumplimiento de las leyes migratorias, incluso en territorios donde la oposición local es intensa.
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