“La decisión de escribir este cuadernillo sobre un tema-problema histórico como el agua, que ha atravesado la ciudad de Comodoro Rivadavia y algunos pueblos cercanos desde los momentos fundacionales hasta la actualidad, nació a partir de un comentario realizado durante la presentación de esta colección. Uno de los asistentes, Juan Carlos Mendes Cerca, nos preguntó: ‘¿por qué no investigan sobre el abastecimiento del agua? Saben, mi abuelo fue uno de los primeros aguateros de Comodoro’. Desde ese momento, comenzamos a buscar información que nos permitiera plantear un tema que aún preocupa en la ciudad y con una amplitud de explicaciones técnicas”.
Así narra en su introducción el noveno número de la colección Cuadernillos de Historia, que edita el espacio cultural independiente “LUPAT Activar desde el saber”. Este cuadernillo se denomina “La provisión de agua potable. Un problema histórico de Comodoro Rivadavia” y tiene como autores a la historiadora y directora de la colección, Graciela Ciselli; al docente-investigador y comunicador social Marcelo Hernández y al ingeniero experto en obras hídricas, Daniel Acosta. Al igual que en los títulos anteriores, el diseño de tapa pertenece a Macarena Polenta Obeid. Mientras, la diagramación e impresión estuvo a cargo de Vela al Viento Ediciones Patagónicas, de Rubén Gómez.
La presentación tendrá lugar el sábado 7 de junio, a las 18 horas, en la Asociación Vecinal del barrio Mosconi. En ese espacio, los autores comentarán los aspectos relacionados con la investigación y dialogarán con el público.
UN PROBLEMA FUNDACIONAL
La realización del cuadernillo está basada en el estudio de fuentes como relatos históricos, imágenes, mapas e incluso de documentos clave como expedientes del Ministerio de Obras Públicas que datan de principios del siglo XX. De allí se desprende que la provisión de agua potable representó un desafío desde mucho antes de la fundación oficial de Comodoro Rivadavia, cuando se buscaba un lugar propicio para instalar un puerto de salida para la producción agrícola de Colonia Sarmiento y de la región sur del Territorio Nacional de Chubut.
“La laboriosa tarea de identificar manantiales y lugares de afloramiento de agua fue anterior a la fundación de Comodoro Rivadavia. En 1900, Francisco Pietrobelli elevó una propuesta para dotar de agua a la rada Tilly y en 1903 la Comisión de Estudios de Napas de Agua y Yacimientos Carboníferos envió la primera máquina perforadora sin éxito. La segunda se trajo en el marco de la confección de un mapa geológico de la Argentina. Así, a tres kilómetros del anterior pozo, el 13 de diciembre de 1907 brotó petróleo dando lugar al mito ‘buscando agua se encontró petróleo’ cuando el pueblo fundado en 1901 ciertamente requería agua y el gobierno buscaba minerales”, se describe en la contratapa del cuadernillo.
A partir del descubrimiento de 1907, los campamentos petroleros como los de Kilómetro 3, Diadema o El Trébol, lograron autoabastecerse de agua a través de manantiales. Pero el naciente pueblo de Comodoro Rivadavia siguió padeciendo su escasez por mucho tiempo y dependiendo por más de medio siglo de los aguateros que la transportaban en carros desde lejanos cargaderos.
“Los pueblos petroleros lograron autoabastecerse, mientras que las 100 manzanas de Comodoro Rivadavia dependieron de provisiones externas hasta el tendido de la red distribuidora de agua oficialmente habilitada en 1949 por Obras Sanitarias de la Nación (OSN). En 1966 se inauguró el acueducto Lago Musters-Comodoro Rivadavia lo cual significó una solución importante para la época. Sin embargo, fue una medida insuficiente ya que dos tercios de la ciudad no contaban con redes domiciliarias”, se contrasta en la investigación.
“En 1967 aún se acudía a canillas públicas o aguateros particulares que la vendían a ‘precio oro’. En 1980 la empresa OSN transfirió los servicios del agua a la provincia de Chubut y en 1982 la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL) tomó a su cargo el acueducto y la distribución de agua potable en la zona sur de la ciudad. El aumento poblacional en la región requirió de más provisión por lo cual se proyectó un segundo acueducto que entró en servicio en 1999. En 2025 el problema del agua no está totalmente resuelto y aún existen canillas y cargaderos tanto en zona norte como en zona sur ante recurrentes cortes de agua”, dimensiona la contratapa del cuadernillo, en la que se traza una suerte de línea de tiempo sobre el tema.
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