Este miércoles 11 de junio el mundo será testigo de un singular fenómeno astronómico con la llegada de la llamada “Luna de Fresa”. Se trata de la última Luna llena antes del solsticio del 21 de junio y muchos creen que tiene una energía particular para realizar rituales.
El espectáculo se podrá apreciar tanto en los cielos del hemisferio norte como en el sur. El momento de máxima plenitud será a las 20:53 Tiempo Universal (TU), lo que equivale a las 17:53 en Argentina.
Para quienes creen en la astrología, este tipo de fenómenos abre una oportunidad energética para liberar, cerrar ciclos e iniciar una nueva etapa.
Esta fase lunar ocurrirá este año en el signo de Sagitario y propone una conexión más clara con lo que se desea y lo que se necesita “soltar”, dejar ir o cambiar.
luna de fresa
La Luna de Fresa es una luna llena que marca un momento ideal para hacer una pausa, evaluar procesos personales y dejar atrás lo que ya no suma. A continuación, se detallan siete rituales que pueden realizarse durante esta fase lunar, con el objetivo de favorecer la introspección, la limpieza emocional y la manifestación consciente.
1) Escribir una carta de liberación
Consiste en escribir en un papel aquello que se desea soltar: vínculos, pensamientos, emociones, hábitos o situaciones que ya no tienen lugar en la vida personal.
Una vez terminada la carta, hay que quemarla en un lugar seguro. Este acto representa un cierre simbólico, un corte energético. Se recomienda hacerlo con una actitud de respeto hacia lo vivido y con la intención clara de liberar.
2) Baño de luna con una intención clara
Este ritual se puede realizar en una terraza, patio o balcón, y consiste en permanecer unos minutos bajo la luz de la luna llena. Puede ser simplemente quedarse quieto bajo su luz, reflexionando con una intención definida.
La clave es conectar con el cuerpo y permitir que ese momento sirva para renovar la energía personal.
3) Visualización de metas concretas
A través de una visualización guiada (puede ser con ayuda de una grabación o en silencio), hay que imaginarse cumpliendo una meta importante. Se debe visualizar con detalle el logro deseado, sentir las emociones asociadas a eso y sostener esa imagen interna unos minutos.
El ejercicio potencia la claridad mental y permite enfocar la energía en objetivos definidos
4) Ritual simbólico con fresas, flores y velas
Se sugiere preparar un pequeño altar con fresas, flores blancas y velas de color rosa.
En una hoja, se escriben tres cosas que ya se tienen y por las que se siente gratitud en el presente, y tres cosas que se desean atraer.
Mientras se comen las fresas, se recomienda visualizar que cada deseo ya se está materializando.
Este ritual busca conectar con el disfrute, la abundancia y el presente. A su vez, las fresas están asociadas a la fertilidad y el amor.
5) Ejercicio de respiración consciente
Este ejercicio no requiere elementos externos, solo el cuerpo y la respiración. Se realiza de la siguiente forma:
– Inhalar durante 4 segundos
– Retener el aire durante 4 segundos
– Exhalar lentamente durante 6 a 8 segundos
Durante la práctica, se puede visualizar cómo cada exhalación ayuda a liberar cargas emocionales, tensiones físicas o pensamientos negativos. Es preferible hacerlo al aire libre o cerca de una ventana.
6) Consulta al oráculo o tarot con una sola pregunta clave
Durante la luna llena, se potencia la conexión con el inconsciente. Una manera de aprovechar esta energía es realizar una única pregunta relevante a un mazo de cartas (oráculo o tarot). La pregunta debe ser clara, personal y desafiante.
La interpretación debe hacerse desde la apertura y no de forma literal. El propósito es obtener una pista para profundizar en el autoconocimiento.
7) Descanso consciente: no hacer nada también es un ritual
Si la energía personal está agotada, si la persona se siente emocionalmente saturada o confundida, el momento invita a la pausa. Descansar también puede considerarse un acto consciente.
Dormir bien, hidratarse y simplemente observar sin intervenir es una forma válida de conectarse con esta fase lunar. En algunos casos, no hacer nada permite integrar mejor los procesos internos.
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