La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado este martes del fallecimiento de al menos 28 refugiados en la capital de Sudán, Jartum, en el marco del conflicto entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), por lo que ha pedido a las partes que garanticen el paso seguro de civiles.
«Ahora se ha confirmado que el 25 de junio, 28 refugiados acogidos por Sudán murieron en Jartum cuando la zona en la que vivían fue engullida por los combates, y otros refugiados resultaron heridos en el incidente», reza un comunicado del organismo, que ha expresado sus condolencias a los seres queridos de las víctimas.
ACNUR se ha mostrado «profundamente preocupada por los continuos informes sobre civiles en Sudán, tanto desplazados internos como refugiados atrapados en el conflicto actual que se convierten en víctimas indiscriminadas de los combates y a los que se les impide buscar seguridad». «Una vez más, los refugiados y otros civiles son las víctimas inocentes de esta trágica guerra. Ambas partes deben permitir que los civiles se desplacen libremente a lugares más seguros, garantizando su protección y bienestar y respetando los Derechos Humanos», ha declarado el director regional de ACNUR para el Este y cuerno de África y la región de los Grandes Lagos, Mamadou Dian Balde. Así, ha remarcado que «todos deben respetar el Derecho Internacional Humanitario y las normas de Derechos Humanos y dar prioridad a la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas, incluidos los refugiados».
Balde ha denunciado que «a pesar de los innumerables llamamientos a todas las partes para que protejan a los no combatientes, civiles inocentes, incluidos refugiados, siguen viéndose obligados a huir de los combates en circunstancias extremadamente peligrosas», llegando a ser objeto de acoso, abusos y robos. Es por ello que se ha notificado que más de 500 refugiados que intentaban huir del conflicto han sido interceptados por grupos armados, que les han confiscado sus pertenencias y les han dejado sin acceso a necesidades básicas como agua potable o medios de transporte. «Estos incidentes son inaceptables y ponen de relieve los inmensos retos a los que se enfrentan los civiles que buscan seguridad lejos de las zonas de conflicto», continúa la misiva, que agrega que ACNUR vigila la situación de los refugiados varados en Jartum y les proporciona asesoramiento sobre protección.
Tras nueve semanas de conflicto en Sudán, más de dos millones y medio de personas se han visto desplazadas dentro del país y a través de las fronteras hacia los países vecinos. Antes de esta crisis, había 1,1 millones de refugiados en Sudán, principalmente de Sudán del Sur, Eritrea, Etiopía y Siria.