Pedro Sánchez empieza este viernes en el Palacio de la Moncloa su ronda de encuentros con los presidentes autonómicos, la inmensa mayoría del PP, con dos debates principales de la mesa: la inmigración y la financiación de las comunidades. El primero en reunirse será el lendakari Imanol Pradales, del PNV, que gobierna con los socialistas y centrará el cara a cara en las transferencias pendientes a Euskadi. Pero después pasarán por el despacho el gallego Alfonso Rueda y el andaluz Juan Manuel Moreno, ambos del partido que lidera Alberto Núñez Feijóo, y aquí el clima será mucho menos proclive al entendimiento.
Si en algo coinciden el Gobierno central y los presidentes autonómicos del PP, que ostenta el poder en 11 de las 17 comunidades de España, es que las expectativas de alcanzar alguna sintonía sobre financiación e inmigración en estos cara a cara son muy bajas. Y hay otra sincronía, aunque ninguna de las dos partes lo confiese abiertamente: la iniciativa de la Moncloa es dividir al PP y en parte lo ha conseguido ya. Isabel Díaz Ayuso incluso llegó a plantear un posible plantón al presidente del Gobierno, algo rechazado por sus compañeros de filas, incluido Feijóo.
Sobre el asunto de la financiación, caldeado por el pacto entre el PSC y ERC que concede a Catalunya la capacidad de recaudar y gestionar todos los impuestos en su territorio (una suerte de concierto económico, aunque no lleve ese nombre), los mandatarios conservadores se niegan a abordarlo con Sánchez en estos encuentros. Quieren que el enfoque para reformar el régimen común, por el que no se rigen ni Euskadi ni Navarra, sea «multilateral». Tanto Moreno como Rueda, según fuentes de su equipo, insistirán en que el jefe del Ejecutivo debe convocar cuanto antes una Conferencia de Presidentes, el máximo órgano de coordinación entre el Gobierno y los territorios. Ambos políticos del PP han dicho que se negarán a entrar en un debate de fondo sobre el sistema de financiación y tampoco negociarán bilateralmente con Sánchez el perdón de una parte de la deuda que sus territorios tienen contraída con el Estado, algo que, en cambio, Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, sí ha dicho que está dispuesto a abordar. Ni Mazón ni Ayuso todavía tienen cita cerrada para ir a la Moncloa.
Los dos presidentes del PP quieren centrarse en problemas de sus territorios y exigir una Conferencia de Presidentes para los asuntos generales
Pero el Gobierno sí quiere hablar de financiación. Tras el polémico acuerdo con los republicanos para investir a Salvador Illa como ‘president’ de la Generalitat, contestado también dentro del PSOE, Sánchez quiere que el resto de autonomías se “inspiren” en la nueva financiación catalana y a partir de ahí “impulsar” un nuevo sistema que conceda “más recursos” a los territorios y reconozca sus “singularidades”. Y en ese escenario la Moncloa también quiere tentar a los dirigentes del PP con una posible quita de deuda. A Catalunya, Sánchez le ha prometido perdonarle 15.000 millones de euros, aproximadamente un 20% de lo que debe al Estado.
Según fuentes del Gobierno andaluz y gallego, sus representantes quieren centrarse en problemas y demandas concretas de sus territorios. Por ejemplo, Rueda pedirá el impulso al corredor atlántico noroeste, la mejora de la salida sur de Vigo y la disposición de fondos europeos para proyectos industriales y transición verde. Moreno planteará la retirada del «cupo catalán», le llevará un documento con «100 reclamaciones» de Andalucía y espera recibir «alguna noticia positiva sobre inversiones en materias de competencia estatal como la ferroviaria, carreteras, energética o de aguas».
La cita de Feijóo y Meloni
Mientras tanto, en inmigración, que según el último CIS se sitúa ya como primera preocupación de los españoles, las posiciones entre los dos principales partidos siguen muy alejadas ya desde que, en julio, el PP tumbara la reforma de la ley de extranjería que obligaba a las comunidades a acoger a los menores extranjeros no acompañados llegados a Canarias, Ceuta y Melilla. Y el viaje a Italia de Feijóo este jueves para reunirse con su presidenta, la ultraderechista Giorgia Meloni, ha alejado todavía más cualquier posibilidad de acercamiento.
Para los socialistas, este encuentro en Roma prueba que el líder del PP quiere seguir las recetas italianas, basadas en “facilitar la expulsión de menores no acompañados” y en “dificultar las misiones de las oenegés asignándoles puertos lejanos para desembarcar migrantes”. Para el PSOE, “no es difícil pensar que este sea el modelo del PP, que llegó a proponer parar con la Armada a los cayucos”.
Tanto Moreno como Rueda, como ha hecho Feijóo estas semanas, también pedirá que el asunto de la inmigración se aborde en una Conferencia de Presidentes igual que la financiación autonómica. Fuentes de la Comunidad de Madrid recuerdan que, según el actual reglamento, aprobado ya con Sánchez en la Moncloa, una mayoría de presidentes autonómicos (ahora el PP es mayoría clara) pueden introducir los asuntos que consideren en el orden del día. El presidente del Gobierno no convoca a este órgano desde marzo de 2022 aunque las reglas dicen que deben celebrarse dos al año.
El segundo bloque de reuniones con los barones llegará el 27 de septiembre. Ese día tocará el turno para los dirigentes de Asturias (PSOE), Cantabria y La Rioja, estos dos últimos del PP.