El sistema SIRA obliga a las Pymes a habilitar divisas de su bolsillo. En el primer cuatrimestre ya se postergaron pagos por u$s2.760 millones
Por Carlos Keller
02/06/2023 – 07,00hs
El Ministerio de Economía viene profundizando el cepo al dólar en la medida en que las reservas internacionales siguen cayendo. La tercera versión del dólar soja no sirvió para acumular divisas y mientras no aparezca alguna mano salvadora, sea por el lado del Fondo Monetario Internacional (FMI) o del gobierno de China, al ministro Sergio Massa no le quedará otra que tratar de frenar la salida de dólares.
Un síntoma claro de la dramática situación de las reservas son las flamantes restricciones impuestas este jueves a las provincias: el Banco Central (BCRA) solo les proveerá el 40% de las divisas necesarias para pagar deudas en el exterior. Para cubrir el 60% restante deberán usar sus propios dólares o buscar nuevo financiamiento externo.
Entre enero y abril de este año, el BCRA ya obligó a los importadores a postergar pagos por casi u$s2.800 millones, según surge de las diferencias entre lo que informa el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y el balance cambiario del Banco Central. El primero informa las operaciones devengadas informadas por la aduana, cuyo valor incluye el costo de los fletes, en el segundo muestra el verdadero flujo de fondos. Es como hablar de la caja.
Desde el 17 de octubre del año pasado, cuando Massa lanzó el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) en reemplazo del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) el control sobre los pagos se ha profundizado.
En el primer cuatrimestre de 2023 el INDEC ha reportado operaciones de importación por u$s23.259 millones, mientras que el BCRA informa que vendió dólar A3.500 por u$s20.499 millones, lo que deja una diferencia de u$s2.760 millones. Técnicamente, desde la entidad que conduce Miguel Pesce, se asegura que eso se debe contar como «crédito comercial».
Importaciones: el sistema SIRA obliga a poner dólares del bolsillo
Se trata de que ante la imposibilidad de acceder a los dólares oficiales en el plazo, las empresas tienen que pedirle a sus proveedores del exterior o empresas vinculadas en el exterior a quienes les compran que los esperen.
Las SIRA nacieron con la promesa de Massa de que la empresa importadora iba a conocer desde el principio la fecha en que iba a poder entrar al Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC). Pero hecha la ley hecha la trampa. El sistema fija el momento en el que el importador puede comprar las divisas a los 90 días de que el producto que importa llega al puerto en Argentina. Es decir, salvo que la empresa disponga de dólares propios para pagar por anticipado, como se suele estilar en el comercio exterior, el importador argentino queda en el limbo.
El sistema SIRA lanzado por Massa demora la disponibilidad de divisas a las empresas y pymes.
La Secretaria de Comercio, que dirige Matías Tombolini, aprueba las SIRA con un criterio desconocido. Los trámites se presentan y quedan ahí en el cajón. Las empresas creen que el criterio, es el de ir abriendo el mercado en función de los dólares que van quedando en el Banco Central y de la importancia del sector. Esencialmente, las empresas que han tenido prioridad han sido las automotrices, porque para el Gobierno es esencial que no se frene: el sector automotor es el que más pondera en el Indice de Producción Industrial del INDEC y por eso no puede sufrir riesgos de freno por falta de insumos o piezas. En cambio los sectores menos estratégicos o cuya producción pondera menos, pueden esperar.
El SIRA a diferencia del SIMI tiene como eje de control a las empresas. El anterior esquema pone eje en el tipo de productos. Así, algunos productos vitales tenían acceso automático, otros importantes tenían dos meses. En promedio,el retraso del pago es del orden de los cuatro meses. Según dejaron trascender las automotrices, el Gobierno ahora les comunicó que van a tener que esperar 195 días para acceder a dólares para importar autos cero kilómetro, por lo que van a tener que pedir a sus contrapartes de Brasil (de donde vienen los autos de la gama baja) que les otorguen más financiamiento.
Los dólares no alcanzan y crece la deuda comercial
En abril el «crédito comercial» ascendió a u$s372 millones. Se declararon compras al exterior por u$s6.017 millones contra u$s5.584 millones que se pagaron por importaciones de bienes y fletes.
En tanto, si se analizan las exportaciones, entre enero y abril ingresaron u$s20,551 millones, lo que representa una caída del 32% respecto de igual período del año pasado, según el BCRA. Mientras que si se ve lo que pasó con el INDEC, reporta este año u$s21.790 millones con una caída del 21,3% en el mismo período de comparación. Los datos muestran que a pesar de que sigue cayendo el ingreso de dólares, el Gobierno procura que las exportaciones no se desplomen en la misma medida tan solo por la necesidad de sostener el nivel de actividad económica y para que se mantenga el ingreso fiscal en concepto de retenciones.
El Banco Central plantea en el último informe sobre el Balance Cambiario de abril que, los pagos de importaciones de bienes totalizaron u$s5.397 millones, un 10% por debajo del mismo mes del año previo. Este valor se ubicó por debajo de las importaciones de bienes FOB de abril, las cuales resultaron en u$s 5.711 millones, «lo que podría indicar un aumento en el stock de endeudamiento comercial o una disminución de los activos externos por anticipos efectuados previamente».